Por primera vez en la Argentina. El célebre fotógrafo y documentalista francés inaugura el martes dos muestras en el Centro Cultural Recoleta.
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| Fotograma de su filme «Journal de France», documental con materiales de archivo. |
por Verónica Abdala
El filósofo francés Gilles Deleuze posó distraído ante su cámara mientras charlaban en un café. Al ex presidente estadounidense Richard Nixon se lo ve eufórico durante un acto de campaña, sin imaginar que años después debería renunciar. Una modelo francesa acosada por curiosos fue también objetivo de su lente y están, entre otras miles, aquellas imágenes que revelan el sufrimiento de pacientes psiquiátricos hospitalizados en Italia, a finales de los ‘70. A pesar de que trabajó buena parte de su vida como reportero gráfico, durante años las fotos de Raymond Depardon fueron las de un hombre “exento de la obligación de dar al público las imágenes de los grandes acontecimientos”, según escribió el filósofo francés Jaques Rancière. Un artista que llevó sus retratos más allá del mero registro de la actualidad.
Considerado uno de los fotógrafos más destacados del siglo XX y también reconocido por sus documentales sobre la vida cotidiana filmados en medio de la ebullición y en distintos puntos del planeta, a Depardon se lo cataloga como figura de las artes visuales.
Su primera visita a la Argentina, la semana próxima, alienta la expectativa de un público atento a su trayectoria, y también la de quienes aspiran a descubrirlo: Depardon llega para acompañar la inauguración de dos muestras fotográficas y la proyección de tres de sus películas. Su obra podrá verse desde el martes 6 y hasta el 20 de agosto en el Centro Cultural Recoleta, en Junín 1930. Dictará, también, una clase magistral en la que compartirá sus apreciaciones.
Nacido en una granja francesa, emigró a los 16 años a París y, dos años después, se unió a la agencia Dalmas. Más adelante fundaría otra agencia, Gamma, y llegaría a ser una firma reconocida de Magnum, el lugar de mayor prestigio en el mundo de la fotografía periodística. Participó en más de 50 publicaciones, entre las que se incluyen el libro Notes (1979) y Correspondance New Yorkaise (1981), dedicado a la ciudad de Nueva York.
La primera muestra de fotos que exhibirá el Recoleta, Un momento tan dulce, reúne unas 160 imágenes en color y la mayoría son inéditas. Tomando el color como hilo conductor, propone un recorrido por la obra y la vida del artista, desde finales de los años ‘50 hasta la actualidad, por escenarios como Etiopía, los palmerales de Chad y los parajes más exóticos de Sudamérica.
Francia, la segunda serie de fotos, nace en 2004, cuando Depardon decide lanzarse sólo en un proyecto fotográfico de gran envergadura, recorriendo territorios con la curiosidad de un niño.
Las exhibiciones cuentan con la curaduría de Hervé Chandès, director de la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo de París, quien explicó: “El color es la metáfora de la curiosidad, dice Depardon. Es lo que lo acompañó en los grandes reportajes fundadores, en que interroga al ser humano y construye su mirada mientras busca la distancia correcta con el sujeto, entre la verdad del corazón y la experiencia de lo real. Hace de la fotografía un acto político del pensamiento”.
A su vez, las películas que se proyectarán en el Recoleta, siempre a las 20, son La Vie Moderne (7 y 20 de junio), Journal de France (14 de junio y 5 de julio) y Les Habitants (21 de junio y 12 de julio).
Coronará su visita a la Argentina -el miércoles 7 de junio a las 17-, con una masterclass gratuita coordinada por el cineasta Andrés Di Tella. © Clarín
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